Baños Composteros
Los baños composteros (también llamados baños biológicos, baños secos, y baños sin agua), funcionan al proporcionar un ambiente cerrado para los excrementos humanos y un aditivo de carbono (generalmente aserrín) y dependen de bacterias y hongos aeróbicos para descomponer los desechos, tal y como se hace en un compostador de desechos de cocina y jardín. El objetivo principal de un baño compostero es contener, inmovilizar o destruir organismos que causan enfermedades humanas (patógenos) y reducir el riesgo de infección humana sin contaminar el entorno inmediato o lejano y sin dañar lo que vive allí.
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En algunos países, como China, los baños composteros han estado en uso durante miles de años. En la década de 1860, el reverendo Henry Moule inventó y patentó el baño de tierra. Un siglo después, en la década de 1960, se vendieron los primeros baños composteros diseñados comercialmente en Escandinavia. A partir de ahí, la idea se trasladó a América del Norte, donde se diseñaron y comercializaron más modelos. Aunque muchos proyectos de baños composteros se desarrollan en áreas urbanas que carecen de sistemas de alcantarillado adecuados para proteger la salud pública y el medio ambiente, para el siglo XXI, los sistemas urbanos modernos incluyeron edificios como el Edificio Choi de tres pisos en la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, el cual cuenta con 12 baños y urinarios sin descarga y ahorra más de 1,000 litros (264 galones) de agua por día.
En el año 2002, Evan Dick, un interno en el Centro Comunitario de la Casa de la Misericordia ubicado en Colonia Bella Vista en Nogales, Sonora, trabajó con David Omick de Cascabel, Arizona y Francisco Trujillo, entonces director de Borderlinks México y el Centro Comunitario, para desarrollar un proyecto piloto para instalar y probar baños composteros en el ese centro y en el vecindario circundante. En ese momento, muchas casas en Nogales, Sonora, carecían de conexiones a suministros de agua potable y sistemas de recolección de aguas residuales y los residentes de las colonias marginales periféricas tenían menos probabilidades de tener agua potable o conexiones de alcantarillado. En 1999, investigadores de la Universidad Estatal de Arizona reportaron que menos del 20 por ciento de los residentes en algunas partes del municipio estaban recibiendo estos servicios [sadalla et al 1999 residential behavior in Nogales colonias]. Se descubrió que los hogares que carecían de conexiones con el sistema de alcantarillado usaban letrinas o pozos abiertos para la eliminación de desechos humanos, incluso cuando esas letrinas estaban situadas en un suelo denso y rocoso con malas características de drenaje. Los investigadores de la ASU concluyeron que el uso generalizado de las letrinas constituía uno de los peligros ambientales más importantes en la región.
Aunque para el año 2006 estaban en marcha planes para aumentar el acceso a las conexiones de alcantarillado mediante la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales y un sistema de conducción a la cuenca de Los Alisos al sur de Nogales, (la construcción se terminó en el 2013) estaba claro que muchos residentes seguirían careciendo de los servicios de agua y drenaje. Sin estos servicios, los residentes seguirían dependiendo de letrinas, pequeños pozos sépticos o tanques en su propiedad que se desbordarían durante los períodos de fuertes lluvias o se descargarían en tuberías que finalmente fluirían a las calles o a los arroyos del vecindario. Consecuentemente, las aguas residuales sin tratar continuaron fluyendo directamente hacia las comunidades y hacia el Arroyo de Nogales, afectando finalmente a Nogales, Sonora, Nogales, Arizona, y el río Santa Cruz. Las aguas residuales sin tratar pueden contener organismos o parásitos que pueden infectar a los humanos que beben agua contaminada o consumen alimentos crudos o poco cocidos que han estado en contacto con agua contaminada.
En el 2006, Francisco Trujillo expresó su preocupación por los problemas actuales derivados de la falta de sistemas de alcantarillado en el este de Nogales, y los investigadores de la Oficina de Investigación Aplicada en Antropología de la Universidad de Arizona (BARA) trabajaron con él durante el verano y el otoño para diseñar e implementar una evaluación del proyecto piloto inicial y hacer recomendaciones para un nuevo proyecto. Durante la evaluación, los residentes informaron que los baños composteros fueron un avance positivo sobre el sistema a cielo abierto y demostraron que podían funcionar de manera económica y segura en Nogales. Los baños composteros brindan ventajas para el hogar, la comunidad y el medio ambiente en general. Para el hogar, las ventajas incluyen (1) Una considerable reducción de los costos de almacenamiento o suministro de agua; (2) producción de composta; (3) riesgo reducido de que los niños se caigan en los pozos o letrinas; y (4) obtienen humus con altos niveles de nutrientes para mejorar el suelo. Para la comunidad, las ventajas incluyen (1) se eliminan los costos de servicio de alcantarillado, instalación de tuberías y de mantenimiento (especialmente cuando se combinan con sistemas de aguas grises) y (2) se reducen el costo por consumo de agua. Algunos de los beneficios ambientales más amplios incluyen la minimización de los impactos debidos al almacenamiento y las tuberías y la reducción del flujo de nutrientes en los arroyos y ríos.
Durante la evaluación, los residentes que habían participado en el proyecto piloto inicial también ayudaron a los investigadores a identificar los pasos que podrían tomarse para mejorar el entendimiento y el uso de los baños composteros por parte de otros residentes. Entre el 2007 y el 2010 y bajo el liderazgo de Cristina Rico Velázquez (presidenta) y Martha Hernández Lamas (secretaria) de la Asociación de Vecinos de Colinas del Sol (AVES), residentes, líderes comunitarios, docentes y estudiantes desarrollaron y evaluaron varios diseños de baños; se estableció un programa en la Colonia Colinas del Sol para seleccionar hogares participantes, construir baños y monitorear su uso; y se ofrecieron talleres comunitarios y divulgación sobre el uso seguro de los baños composteros [photo of Colinas del Sol]. El proyecto, “Sanitarios Composteros y Sistemas de Recolección de Agua: "Alternativas para la Conservación y Protección del Agua en Nogales, Sonora" fue financiado por el programa México-Estados Unidos Frontera 2012. Para demostrar la viabilidad del uso de baños composteros para aumentar los servicios municipales de aguas residuales existentes. Un aspecto crucial para el proyecto fue el recibir la orientación de un Comité Asesor que incluyó a los líderes de AVES, junto con Sergio Parra (Frente Cívico Municipal), Rosalva Leprón (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica; CONALEP), Irma Fragoso Rodríguez (Instituto Tecnológico de Nogales; ITN), y Hans Huth (Departamento de Calidad Ambiental de Arizona; ADEQ), y el impulso del gobierno municipal de Nogales, Sonora. El proyecto fue diseñado con la idea de lograr reducir la contaminación ambiental y mejorar la salud humana directa e inmediatamente mientras que simultáneamente se proporcionaban opciones alternativas a las letrinas y pozos existentes,
Al considerar si participarían o no en el proyecto, los líderes de AVES se comunicaron con los residentes de la Colonia Colinas del Sol. Más de 200 hogares indicaron interés, por lo que el Comité Asesor estableció criterios para la selección de los participantes del proyecto. Los hogares elegibles se identificaron mediante talleres introductorios, visitas de seguimiento y evaluaciones. El diseño final del baño modificó un modelo de doble cámara desarrollado y probado por David y Pearl Omick.
Para adaptarse a las condiciones ambientales y socioculturales locales, el baño compostero de doble cámara de Nogales no requiere desviación para la orina y puede ser construido por albañiles expertos utilizando bloques de concreto y cemento. Los usuarios desechan el papel higiénico fuera de la cámara y cubren el excremento con aserrín. Los participantes seleccionados asistieron a un taller sobre el uso y mantenimiento del baño compostero y estuvieron de acuerdo en monitorear regularmente su baño y su uso. Los miembros del Comité Asesor también decidieron construir algunos baños en lugares públicos, como una tienda del barrio y en un centro comunitario, para difundir información sobre el proyecto.
La construcción del baño se llevó a cabo durante la Gran Recesión. El aumento de los precios de los materiales de construcción, los desafíos que enfrentaron las familias para cumplir con sus contribuciones financieras y los problemas logísticos para coordinar el trabajo voluntario para construir los baños, llevaron a los líderes del proyecto a buscar apoyo adicional Amigos del Río Santa Cruz, una organización ambiental sin fines de lucro formada en 1991 en el condado de Santa Cruz, Arizona y cuyos objetivos son proteger y mejorar el flujo y la calidad del agua del río, llevó a cabo una campaña de recaudación de fondos durante las celebraciones decembrinas en la cual las personas podrían contribuir comprando un baño a nombre de otra persona. Esta campaña recaudó exitosamente suficientes fondos para cubrir las contribuciones para construir baños en cinco hogares.
En la primavera del 2009, los ingenieros de la ciudad de Nogales recibieron fondos del gobierno mexicano para apoyar a los trabajadores desempleados y, entre el 2009 y el 2011, contrataron a residentes de Colinas del Sol para construir baños adicionales [photo]. El proyecto proporcionó asistencia financiera para la compra de materiales. En el 2013 se construyó un baño compostero de doble cámara en la EcoCasa ubicada en el campus del Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial 118 (CECATI 118).
Un aspecto clave del proyecto de baños composteros fue la incorporación de monitoreo, el cual fue llevado a cabo por estudiantes y profesores de BARA, CONALEP e ITN, con el objetivo de entender las experiencias de los residentes con los baños y los patrones de uso. [photo of monitoring]. La información recopilada inmediatamente después de que se instalaron los baños se compartió con los líderes del proyecto para poder abordar los problemas de construcción. El monitoreo que se estaba llevando a cabo y que continuó hasta el 2009, ayudó a identificar los desafíos asociados con el uso de la nueva tecnología y dio como resultado algunas modificaciones tales como la provisión de aserrín a través del centro comunitario y la elaboración de carteles laminados sobre el uso adecuado del baño que serían colocados cerca de los mismos [how to use the toilet]. Los resultados del monitoreo se publicaron en el reporte, “Sanitarios Composteros y Sistemas de Recolección de Agua: Alternativas para la Conservación y Protección del Agua en Nogales, Sonora”. Para recopilar datos longitudinales, en el periodo 2012-2013, los investigadores de BARA regresaron a Colinas del Sol para dar seguimiento a los residentes que habían recibido baños para aprender de sus experiencias. Otro equipo de investigadores de BARA, trabajando con Francisco Trujillo y con Zeida Rico Velázquez, regresaron al vecindario entre el 2015 y el 2016 para colectar nuevamente datos sobre los baños y su uso [Pullen and Hilton - Composting Toilets in the Sonoran Desert- Poster presented at SEA Feb 2018].